lunes, 24 de noviembre de 2008

AUTONOMÍA EN EDUCACIÓN INFANTIL

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La autonomía no es un conjunto de hábitos sino un proceso de desarrollo de la personalidad.Es una capacidad de sentirse emocionalmente estable sin la presencia de los seres queridos.Tíene que ver con la seguridad en sí mismo,con la aceptación de normas´con la capacidad de frustación y con la responsabilidad.Existe una serie de etapas por las que vamos pasando,aunque no todos al mismo tiempo ni de la misma manera.Desde que un niño llega a la clase y llora al separarse de su madre, hasta llegar a tener iniciativas propias en la realización de actividades,va un proceso largo que es necesario conquistar lentamente, sin prisas y con mucha seguridad. Es necesario que la familia ayude en esta liberación de la dependencia.Es imprescindible que exista un deseo de los padres de que sus vástagos vuelen solos.

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Revista" in-fan-cia"

2 comentarios:

Elena dijo...

Sí, así es, el pequeño necesita que le ayudemos a crecer, porque si no es así, pueden aparecer problemas serios como el retraso madurativo. Yo conozco un caso cercano y es una pena que un niño que nació bien, tenga después retraso madurativo. En este caso en particular su mamá fue la causante. Ella no entendía porque su hijo tenía eso, pero es que ella no le dejó desarrollarse como debiera haberlo hecho.

Amar a tu hijo es ayudarle a volar, no tenerle bajo tus faldas.
Amar a tu hijo es empujarle hacia adelante, no sujetarle para que no se lastime.
Amar a tu hijo es estar cerca por si te necesita, no creer que sin tí no sabe hacer nada.

Verlos crecer te llena, aunque siempre tendremos añoranza por ese bebé que se fue, para dar paso a una mujercita u hombrecito.

Mar dijo...

Estoy de acuerdo con lo que han dicho Nani y Elena, y os dejo un articulo de Psicologo Escolar, bastante interesante que nos da algunos consejos para fomentar la autonomía:

CÓMO LOS PADRES PUEDEN FOMENTAR LA AUTONOMÍA DEL NIÑO
1- OFRECERLE ALTERNATIVAS PARA QUE ELIJA:
En vez de ordenar al niño que haga una cosa, podemos darle la opción de elegir entre dos o más alternativas. Así le estamos educando para tomar decisiones desde pequeño y a que ejerza el control sobre sus acciones.

Ejemplo: ¿quieres hacer los deberes antes o después de merendar?

2- DEJARLE ACTUAR RECONOCIENDO EL ESFUERZO CUANDO SE ENFRENTA A LAS DIFICULTADES
Es bueno que el niño se enfrente poco a poco a nuevos retos: usar el cuchillo y el tenedor, atarse los zapatos, resolver un problema de matemáticas...

Estimular su autonomía es dejarle hacer las cosas sólo, pero dándole mensajes que lo estimulen. Por ejemplo, no le ayudamos si le decimos "utilizar el cuchillo y el tenedor es fácil", ya que si fracasa se sentirá decepcionado, y si lo consigue ya le hemos quitado el mérito. Sin embargo, reconocer la dificultad a la que se enfrenta con comentarios como "...cuesta utilizar las dos manos a la vez", o "es difícil hacer fuerza y que el filete no salga disparado..." es más estimulante, lo consiga o no lo consiga. También se le puede ayudar con consejos como "...es complicado, pero a veces funciona pinchar fuerte con el tenedor".

3- NO ATOSIGARLE CON PREGUNTAS
Preguntar demasiado puede parecer un signo de interés hacia el niño, pero también es una invasión de su privacidad. Estimular su autonomía es permitirle que cuente sus experiencias cuando desee. Por ejemplo, el niño llega de una fiesta de cumpleaños y en vez de hacerle preguntas, le decimos "qué bien que ya estés en casa"; estamos respetando su mundo interior.

4- MÁS QUE DARLE RESPUESTAS HACERLE PENSAR
También se puede pensar que estimular al niño es contestarles en cuanto y a todo lo que pregunten. Pero podemos estimular su razonamiento si le desvolvemos la pregunta: "Papa, mamá...¿por qué cae nieve?". Resulta fácil explicar que el agua se congela por las bajas temperaturas... Pero podría estimular más al niño responderle: " Buena pregunta, y tu ¿por qué crees que nieva?". Qué mejor manera de estimular su razonamiento que hacerle pensar sin darle de primeras la solución a todo.

5- ENSEÑARLE A BUSCAR SOLUCIONES FUERA
Ser autónomo significa dejar de depender de los padres y buscar otras instancias para resolver los problemas. Por eso, cuando ante preguntas de los niños se les remite a que busquen la información en una enciclopedia, en Internet, en el colegio o en la biblioteca municipal, le estamos enseñando a buscar recursos por ellos mismos.

6- NO DESANIMARLE
A veces cuando los niños plantean sus ilusiones, intereses o planes para el futuro se cae en la tentación de protegerles de la desilusión "haciéndoles poner los pies en el suelo". Estimular la autonomía es dejar que planifiquen y comprueben por sí mismos sus decisiones.

"Mama, papa...voy a presentarme a delegado de clase". Una respuesta que intenta que el niño no se decepcione si no saliera elegido sería: "Hijo, ya sabes que hay otros niños muy populares". Una respuesta estimuladora de su autonomía sería: "Creo que podría ser una experiencia interesante", o "Genial, seguro que serás un buen delegado"

LIBROS RECOMENDADOS:
FABER, ADELE y MAZLISH, ELAINE
"COMO HABLAR PARA QUE SUS HIJOS LE ESCUCHEN Y COMO ESCUCHAR PARA QUE SUS HIJOS LE HABLEN"