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No se trata de unos enormes almacenes ni de comercios de la calle Madrid: es el rastro de Getafe. Todos los sábados por la mañana funciona este espacio en el que cerca de un centenar de toldos ofrecen género al precio más bajo del mercado.
Una clientela, jubilada en su mayor parte, es fiel a cada cita. Nunca faltan tampoco los trabajadores de los puestos, vendedores ambulantes que recorren los mercadillos de la región.
El PERIÓDICO DEL ROSALÍA
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En el cielo de Getafe
La historia de CASA es apasionante. Todo comenzó en 1.923. El deseo de volar cada vez más alto, más rápido y más seguro, despertó el afán investigador de ingenieros, científicos varios e industrias aeronáuticas. Aquí en Getafe, esta empresa iba a cambiar definitivamente el rumbo de la aviación militar y comercial: Construcciones Aeronáuticas.
Su primer avión fue un avión militar de licencia francesa que se vendía al precio de 37.000 pesetas sin incluir motores. Se había comenzado a fabricar en Getafe en 1924. Por su fábrica han pasado miles y miles de getafenses. Generaciones completas de abuelos, padres e hijos han aprendido en la escuela taller y han dejado sus mayores esfuerzos en los talleres, dotando a esta ciudad de un merecido e imborrable pasado aeronáutico.
El rastro, los sábados por la mañana
En Las Margaritas, a un paso de la estación del tren, podemos encontrar puestos de camisetas, zapatos, fruta, etc.
No se trata de unos enormes almacenes ni de comercios de la calle Madrid: es el rastro de Getafe. Todos los sábados por la mañana funciona este espacio en el que cerca de un centenar de toldos ofrecen género al precio más bajo del mercado.
Una clientela, jubilada en su mayor parte, es fiel a cada cita. Nunca faltan tampoco los trabajadores de los puestos, vendedores ambulantes que recorren los mercadillos de la región.
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